Un gran porcentaje de los pacientes que acuden a la consulta del dentista presentan cuadros de ansiedad y temor al dolor ante tratamientos bucodentales.
Sin embargo, en la actualidad existe una técnica que permite dejar atrás la angustia y el temor de acudir al dentista y en nuestra consulta la aplicamos. Se trata de la sedación consciente, un procedimiento seguro e innovador, muy extendido en clínicas de Estados Unidos y Reino Unido y que elimina toda sensación negativa a la hora de someterse a un tratamiento odontológico.
Se realiza mediante la inhalación de oxígeno y óxido nitroso, produciendo en el paciente un estado de relajación y bienestar, que le permite sobrellevar el tratamiento sin angustia. Lo principal es que la persona está plenamente consciente y con todas las funciones vitales inalteradas, por lo que puede seguir nuestras indicaciones mientras se realiza el tratamiento que se precise, pero sin sentir miedo o ansiedad.
Además, dada la sensación de relax que experimenta mientras respira el gas, existe una percepción de que la duración del procedimiento es mucho menor a la real, algo que facilita mucho nuestro trabajo. Combinamos el control del dolor a través de la anestesia local en la zona a tratar y el control de la ansiedad con la sedación. Durante el procedimiento controlamos la frecuencia cardiaca, tensión arterial y saturación de oxigeno mediante un pulsioxímetro.
La sedación consciente se puede aplicar para realizar desde limpiezas y empastes hasta tratamientos como endodoncias o extracciones y sobre todo lo utilizamos en tratamientos implantológicos.
Resulta muy útil en odontopediatría. Con frecuencia, los más pequeños no son capaces de cooperar durante el tratamiento por temor al dolor. Las principales ventajas de emplear ésta técnica en niños son la eliminación del miedo y la ansiedad y la percepción de dolor durante el tratamiento. Además, al no vivir su paso por la clínica dental como una experiencia negativa, gracias al efecto que proporciona el óxido nitroso, previene el desarrollo de la fobia dental.
Por supuesto, una vez finalizado el tratamiento, el paciente se recupera inmediatamente y puede hacer vida normal tras salir de la consulta.